"El gato, galantemente
calzado, con la bolsa atada al cuello, se encaminó inmediatamente a una
conejera cercana y cazó un conejo. Así puso su gran plan en marcha, yendo al palacio
y presentando su caza al rey".
"El marqués, haciendo grandes reverencias, aceptó el honor que le hacia el rey; y
ese mismo día se casó con la princesa. El gato se convirtió en gran señor, y ya
no corrió tras las ratas sino para divertirse".
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